Origen de la Moixiganga
El origen de la moixiganga no esta muy claro. A nuestro parecer este baile ha sido el resultado de la conjunción de diferentes elementos de la cultura popular de zonas diferentes que han coincidido en un mismo territorio.
En primer lugar podemos colocar como una posible influencia en la danza conocida como contrapaso. El contrapaso es una danza con un profundo sentido religioso, pese a que comparte con la moixiganga así como también el tratamiento de los misterios durante la ejecución del baile. Estas dos coincidencias hacen posible la derivación de un mismo origen. Si además conocemos que la fecha más antigua sitúa el contrapaso a Tarragona, resulta muy posible y creíble la relación entre la moixiganga y este baile religioso.
De la misma manera, recordamos que los bailarines de la moixiganga tienen el privilegio de poder entrar en las iglesias con la cabeza cubierta. Esto si, siempre que vistan la indumentaria propia del baile. Este hecho también nos puede llevar a relacionar la moixiganga con el contrapaso ya que este último era bailado originalmente dentro de los mismos templos. Esta costumbre no era muy apreciada por los esglesiasticos más conservadores, ya que por este eso protestaban. Todo y con entremeses puramente paganos entrarán a bailar a los templos. Seguramente que esta tradición de bailar con el gorrito ha estado permitida ya que el antecesor, el Contrapaso, ya era bailado dentro de los templos y su descendiente, la moixiganga, heredo esta característica.
Por otro lado este movimiento religioso que tiene la moixiganga puede ser que no sea originario. Nos referimos que, seguramente, la moixiganga original de la cual ha derivado la que ahora conocemos no era necesariamente religiosa. Con esto estamos diciendo muchas cosas. En primer lugar justificaremos la afirmación y después expondremos la hipótesis que se nos deriva.
Justificaremos la afirmación el parecido que guarda la moixiganga con los anteriores bailes (mojiganga y muixeranga) a la vez que también con el baile de Valencianos. Este baile, por su parecido, son seguramente, los orígenes de la moixiganga con la única diferencia que mancan del sentido religioso. Por salvar esta diferencia y acabar de dar sentido a la hipótesis, argumentamos la celebración del Concilio de Trento. Esto significo la necesidad de otorgar un sentido religioso notable en los antecesores bailes paganos por tal de mantenerlos. Igual que la moixiganga, otros entremeses o bailes se vieron transformados, en pequeña medida, por tal de ser convertidos en una celebración religiosa y asegurarse así su continuidad. De esta manera inteligente de disfrazar celebraciones paganas y hacer silenciar los sectores más conservadores de la iglesia con una solución convincente.
Si consideramos como valida la anterior hipótesis, ya que ha estado justificada razonablemente, podemos concluir que la moixiganga es «la misma cosa» que las mojigangas y muixerangas y también que el baile de valencianos, solamente que con un sentido religioso adquirido artificialmente. Podría ser más que ser «la misma cosa» tendríamos que decir que todos estos bailes procedían de un substrato común que seria el baile de valencianos.
Considero el baile de valencianos como la raíz de los diferentes bailes ya que es el más simple y el más antiguo según la documentación que tenemos. El baile de valencianos fecha en 1674 mientras que la muixeranga y las mojigangas fechan, las dos, del siglo XVIII. Como ya hemos apuntado anteriormente el baile de valencianos tiene su origen al sur de los Países Catalanes, sobretodo se nos ocurre el País Valenciano. Si recordamos los orígenes históricos de las tierras de la Península Ibérica podremos recordar que pasó gran parte de la edad media parcialmente dominada por califas musulmanes. La conquista musulmana finalizó en el 714 después de tres años antes sin recibir una fuerte oposición. Finalmente la zona que estamos estudiando fue reconquistada por Jaume I de Aragón en el año 1238, momento en que la Corona Cristiana de Cataluña y Aragón recupero la ciudad de Valencia. Si hacemos cuentas vemos que el territorio Valenciano estuvo más de cinco siglos sometido al dominio musulmán. Si además recordamos que muchos de los habitantes islámicos instalados se quedaron una vez conquistada la tierra pagando un tributo, justificaremos la fuerte influencia que esta cultura tuvo sobre las tierras del sur del Principado.
Durante estos años, entre otras cosas, los árabes dejaron una parte de su legado cultural entre el cual hemos de destacar, en concordancia con el tema que tratamos, las construcciones humanas. De hecho, el sencillo hecho de subir unos sobre los otros no es algo propuesto por una sola civilización sino que la gran mayoría de ellas se lo propusieron. Simplemente por motivos prácticos ya es necesaria la construcción de torres humanas. Pondremos un ejemplo bien simple para hacer evidente nuestra afirmación: ya en la prehistoria, para conseguir las frutas de los árboles que se encontraban a una altura superior a la de un hombre, era necesario hacer un pequeño pilar humano. Es una construcción muy simple pero también construcciones un poco más complejas se pueden hacer necesarias para salvar muros, mirar por encima de las murallas, etc… Así, ya que surgió en una tierra con muchos caracteres heredados del musulmán creemos muy posible que el origen primero sea esta misma cultura.
De este baile traído por los árabes surgió el baile de valencianos que al mismo país valenciano seria totalmente absurdo recibir esta denominación. Por tal, de dar un nombre lógico al baile se le nombró moixiganga o mal traducido muixeranga. La primera muixeranga es la que se bailaba y actualmente aún se mantiene en la Vila de Algemesí. El mismo topónimo ya nos indica un importante pasado islámico ya que el prefijo al- del nombre del pueblo es símbolo del origen árabe de la población. Este nuevo motivo sirve para hacer un poco más clara la procedencia del baile.
Por otro lado, también encontramos indicios de haberse bailado la moixiganga en la zona de Empordanesa todo y que ahora ya se haya perdido esta costumbre. Este dato demuestra que la moixiganga fue bailada también en sitios del Pirineo.
De echo y aunque parezca sorprendente, estos bailes se corresponden también los de pueblos pirinencos. Los motivos principales que provocando que las costumbres de pueblos del norte catalán llegarán a la zona costera se relacionasen con los movimientos migratorios que las comunidades humanas practican. Los pastores a la vez que transportaban sus rebaños esparcieron sus tradiciones, costumbres y bailes a la zona meridional hasta donde se desplazaban en el invierno.
También contribuyo el hecho de los desplazamientos de grupos de segadores que se movían por todo el territorio catalán para recoger los cultivos que tenían lugar en los diferentes lugares del principado por cada época del año. Así, estos trabajadores del campo seguían un ciclo anual que recorría las zonas montañosas de los pirineos hasta nuestras costas.
Los movimientos migratorios internos que se practicaban desde tiempos remotos a nuestro principado nos ha dejado numerosas huellas que, a su vez, cogen forma de leyendas como esta que asegura que los moros, desde las cuevas d’Olerdola, llegaron al mar y por eso se alimentaban de pez. La misma leyenda se explica a territorios interiores como la Jonquera o Foixá.
Otros veces el legado dejado por las influencias de los pueblos pirinencos se traduce en alianzas entre pueblos, matrimonios, herencias, intercambios comerciales entre localidades de diferentes extremos y el que, en este caso, nos ocupa que es el intercambio de cultura popular y en concreto de bailes populares.
Esta familiaridad con las zonas de montaña puede ser el motivo que justifica la aparición de la armilla en el vestuario de la moixiganga. De hecho, ninguno de los bailes de la misma familia lleva. Si hacemos un repaso de los otros bailes populares encontramos otro que también los utiliza. Este baile es el de Pastorcillos y cual trajo la armilla típica de los pastores.
Finalmente ya solo nos queda justificar la denominación de las mojigangas. Estas representaciones mascaradas han recibido este nombre a causa de la extravagancia tanto del vestido como de las actuaciones de sus bailarines. Las mojigangas serian el último escalón de la escala evolutiva que padeció el baile; todo y que por otra parte también encontramos los castillos que serian la independización de los pilares que se construyen al final de las representaciones completas de los bailes.